Este año no pensábamos irnos a la playa en estas fechas (tras varios fines de semana de viajes y baloncesto), pero las previsiones cuadraron bien y, sorprendentemente, pude reservar alojamiento en nuestro lugar favorito (cámping Pinar San José, en Zahora)
Resultado, tres buenos días de olas de todas clases. Eso sí, una cantidad enorme de gente en el agua, lo que hizo que hubiera que hilar fino para poder tener mi ración de olas. Que dicho sea de paso, se suele limitar a 10 ú 11 por sesión, como mucho.
Como siempre, aquí está el vídeo de recuerdo, cortesía de Tere.