El temido parón veraniego ha llegado y ya llevamos tres fines de semana seguidos sin ver el mar.
Para seguir practicando, hemos entrado en el río Guadalquivir, aunque el verdadero motivo ha sido otro que desvelaré en breve.
El temido parón veraniego ha llegado y ya llevamos tres fines de semana seguidos sin ver el mar.
Para seguir practicando, hemos entrado en el río Guadalquivir, aunque el verdadero motivo ha sido otro que desvelaré en breve.