Buena sesión la del pasado domingo (27 de Marzo) en la Costa Oeste del Algarve portugués.
Baño corto (una hora), pero intenso. Bastante estresante, pues el mar estaba subiendo y el cambio de marea podía jugar alguna mala pasada. Menos mal que llevo surfeando esa ola desde 2004, y la conozco bastante bien.
El truco está en vigilar las series que llegan al “kangaroo”, un peligroso spot de olas grandes a unos cientos de metros de donde estaba. Si empieza a entrar fuerte allí, abajo, en la playa, tendremos problemas.
El resultado final, no pudo ser más satisfactorio, como se aprecia en el estupendo vídeo que grabó Tere.
La anécdota del día, al subir la cuesta, de vuelta a la furgo, unos surfistas que habían estado viendo la sesión, me felicitaron. Eso nunca me había pasado allí. Bueno, y en pocos sitios, la verdad…