Este verano esta siendo muy malo en cuanto a olas.
Si a eso le unimos el parón debido a la preparación del Europeo de Baloncesto +50 (FIMBA 2022) que tuvo lugar en Málaga, a finales de Junio, pues el resultado ha sido la friolera de casi tres meses sin surfear en el mar.
Menos mal que entre el gimnasio, y sobre todo las sesiones de waveski en el río (increíble los beneficios que proporciona para cuando entramos en el mar), no he perdido ni las sensaciones ni las ganas.
Acabamos de regresar en un viaje rápido (una semana) al norte de España. Principalmente, para ver a la familia y a los amigos, pero hubo ocasión, a la vista de las previsiones, de entrar al mar.
El lugar elegido, la Mariña Lucense, ya que iba a entrar un “swell” muy potente y pensábamos que allí sería donde más oportunidades de sufrir habría.
Y acertamos totalmente. El viernes por la tarde, ya entraron las primeras olitas y sirvió de calentamiento.
Señalar que en esta ocasión solo me llevé mi Macski de 2014, al cual le había cambiado recientemente todos los cajetines de quillas. El central, es ahora US Box, y monto una quilla de Aò “Paddles”. Las laterales, FCS I. Y como se ve, funciona todo el conjunto perfectamente, o al menos, gira como a mí me gusta.