De vez en cuando, sucede, pero esta vez, la cosa ha ido demasiado lejos.
El pasado domingo (19 de Noviembre), en Praia do Amado (Algarve Portugal), playa que frecuento desde 2005, tuve un feo incidente que paso a relatar.
Tras una hora surfeando tranquilamente a la izquierda de la playa, en buena sintonía y con muy poca gente, me muevo ligeramente al pico central de la playa, donde hay más gente.
En mi primera ola (ver vídeo), dos surfistas me reman la ola, cuando ya iba en ella (es decir, llevaba preferencia). El segundo de ellos, de forma muy descarada, con intención de molestarme.
Yo acabo mi ola y no le doy importancia, es decir, ni reclamo, ni recrimino nada. Pues bien, esta persona comienza a darme gritos recriminándome no se sabe qué, pero cuando me dice que me vaya “con esa mierda” (haciendo referencia a mi waveski), entonces ya le respondo y le planto cara.
Se ve que mi respuesta “le incomodó”, y se fue a quejar al “dueño de la playa”.
Al salir del agua media hora después, me encuentro con que una persona del surfcamp de Amado (no le conocía de nada), viene en mi búsqueda con actitud agresiva y amenazante. En resumen, me dice que me prohibe surfear allí.
Evidentemente, no voy a permitir este tipo de actitudes.
Y para que evaluéis la “gravedad” de la situación, dejo este vídeo. Una imagen vale más que mil palabras…